Darío Gómez

Marcado por la muerte de su padre, lucha con su culpa y miedo. Dos personalidades habitan en él: uno amable y decidido a triunfar como cantante, y otro abrumado por la culpa. Su meta es grabar un disco. El desamor inspira su música, convirtiéndolo en el Rey del Despecho. La muerte lo acompaña, pero su consagración llega con "Nadie es eterno en el mundo".

Cortejada por Nicanor Estrada, no encuentra en él la pasión que busca hasta conocer a Darío Gómez. Contra los deseos de su madre, renuncia a sus sueños profesionales y se dedica a apoyar a Darío. Confiando ciegamente en su talento, maneja su carrera y convierte a Discos Dago en una empresa rentable. Le da tres hijos y lo acompaña en todas las etapas de su vida, siendo él el amor de su vida.

Hijo de Fidel y sobrino de Marco Aurelio, fue dejado temporalmente con la familia Gómez Zapata a los cuatro años, pero nunca regresó a su hogar. Criado como hermano de Darío, se convirtieron en mejores amigos. Julio, encantador y buen vendedor, cree tener talento musical, pero siente que Darío lo opaca. Con el tiempo, desea lo que Darío logra, incluyendo mujeres y éxito. 

Blanca Ligia y Darío se conocen en Medellín y se casan rápidamente. Aunque tienen tres hijos, Blanca nunca apoya las aspiraciones artísticas de Darío, criticándolo constantemente. Su desprecio es un dolor profundo para Darío, quien intenta complacerla mientras persigue su sueño musical. Blanca le es infiel y, tras la separación, sigue manipulándolo. 

Es un campesino huraño y machista, con temperamento agrio. Culpa a Darío por la muerte de su hermano y siente envidia por las tierras heredadas por Marco Aurelio. Transmite su resentimiento a su hijo Julio, instándolo a no dejarse avasallar por Darío. Aunque guarda algo de fidelidad a la familia, cuidando de Abigail y sus hijos, su coraza se agrieta con el fingido cariño de Otilia.

Oriundo de San Jerónimo, es un guitarrista y requintista exitoso en Medellín. Conoció a Darío a los 16 años y se convirtieron en amigos y compañeros de música. Siempre sonriente y bondadoso, Cuerdita es reservado sobre su vida privada. Oculta su alcoholismo, lo que lo aleja de su hija y nieto. Aunque cree tener todo bajo control, su adicción eventualmente le pasa factura.

Nacida de Ebéjico, aprendió magia negra, blanca y roja de su madre Eloísa para sobrevivir. Vive en la vereda con su esposo Pascual, un vendedor ambulante. Abigail, su amiga, la invita a celebraciones familiares, sin considerar su fama de hechicera una amenaza. A pesar de los consejos de Abigail para evitar la brujería, Otilia y Marco Aurelio se convierten en amantes casi frente a sus narices.

Es una mujer sencilla y religiosa, con sabiduría natural adquirida por la observación y la experiencia. Dedicada a las labores del hogar y a criar a sus numerosos hijos, encuentra consuelo en la música. Darío hereda su buen oído y graban un disco juntos. Su mayor deseo es ver a sus hijos felices y realizados, siendo Darío su debilidad, a quien le debe la vida.